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Por primera vez, la American Society of Clinical Oncology (ASCO) ha declarado oficialmente que el consumo de alcohol es un factor de riesgo potencialmente modificable para múltiples tumores malignos.
Además, la organización considera que esta nueva postura «proactiva» para minimizar el consumo excesivo de alcohol tiene «implicaciones importantes para la prevención del cáncer».
«Incluso el consumo moderado de alcohol puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer, pero el riesgo es mayor con el consumo elevado y prolongado», escriben los autores de la declaración de la ASCO, dirigidos por la Dra. Noelle LoConte, de la Wisconsin-Madison University, en Madison, Estados Unidos.
«Por tanto, limitar el consumo de alcohol es una medida para prevenir el cáncer», expresó la Dra. LoConte. «La buena noticia radica en que, al igual que el uso del protector solar para limitar el riesgo de cáncer de piel, restringir el consumo de alcohol es una acción más que las personas pueden realizar para reducir su riesgo general de desarrollar cáncer».

La declaración de la American Society of Clinical Oncology alienta, publicada en versión electrónica el 6 de noviembre en Journal of Clinical Oncology, ha recibido una amplia cobertura en los medios de comunicación.
«El mensaje principal no es dejar de beber, sino el siguiente: ‘Si quiere reducir su riesgo de cáncer, beba menos. Y si no bebe, no empiece'», declaró la Dra. LoConte al New York Times. «Es diferente al tabaquismo, donde la recomendación es: ‘Nunca fumes. No empieces’. Esto es un poco más sutil».
La American Society of Clinical Oncology alienta a los oncólogos a unir esfuerzos: «Los oncólogos pueden fungir como asesores y líderes de las comunidades, y de esta manera ayudar a crear conciencia sobre el consumo de alcohol, informando que esta conducta aumenta el riesgo de desarrollar cáncer».
Sin embargo, la organización también señala que «los médicos tienen un bajo conocimiento sobre el consumo de alcohol y el riesgo de desarrollar cáncer».

El público en general también tiene poca conciencia. En una encuesta reciente realizada por la American Society of Clinical Oncology alienta, 70% de los estadounidenses encuestados no reconoció el consumo de alcohol como un factor de riesgo para el cáncer, informa Medscape Noticias Médicas.
«Las personas generalmente no asocian el consumo de cerveza, vino o licor con el aumento del riesgo de desarrollar cáncer a lo largo de la vida», expresó el Dr. Bruce Johnson, presidente de la American Society of Clinical Oncology alienta. «Sin embargo, el vínculo entre el aumento del consumo de alcohol y el riesgo de cáncer ha sido claramente establecido».

En su declaración, la American Society of Clinical Oncology señala que el consumo de alcohol se asocia de manera causal con los cánceres orofaríngeo, laríngeo, esofágico, hepatocelular, de mama y de colon. Sin embargo, el alcohol puede ser un factor de riesgo para otros tumores malignos, incluidos el cáncer gástrico y el pancreático.
La American Society of Clinical Oncology estima que de 5% a 6% de los cánceres de novo, y las muertes por cáncer en todo el mundo, son directamente atribuibles al alcohol.Una variedad de mecanismos causales puede estar en juego, dependiendo del tipo de cáncer. Posiblemente el efecto más conocido del alcohol se observa en los estrógenos circulantes, un efecto relevante para el cáncer de mama.La American Heart Association, la American Cancer Society, y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, actualmente recomiendan que los hombres limiten su consumo a 1 o 2 bebidas por día y las mujeres a 1.Sin embargo, los autores de la declaración en la ASCO observan que un metanálisis encontró que aún el consumo de una bebida por día, o menos, está asociado con un mayor riesgo para el cáncer de esófago de células escamosas, el cáncer orofaríngeo y el cáncer de mama.

En su declaración, la American Society of Clinical Oncology señala que el consumo de alcohol se asocia de manera causal con los cánceres orofaríngeo, laríngeo, esofágico, hepatocelular, de mama y de colon. Sin embargo, el alcohol puede ser un factor de riesgo para otros tumores malignos, incluidos el cáncer gástrico y el pancreático.
La American Society of Clinical Oncology estima que de 5% a 6% de los cánceres de novo, y las muertes por cáncer en todo el mundo, son directamente atribuibles al alcohol.

Una variedad de mecanismos causales puede estar en juego, dependiendo del tipo de cáncer. Posiblemente el efecto más conocido del alcohol se observa en los estrógenos circulantes, un efecto relevante para el cáncer de mama.

La American Heart Association, la American Cancer Society, y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, actualmente recomiendan que los hombres limiten su consumo a 1 o 2 bebidas por día y las mujeres a 1.

Sin embargo, los autores de la declaración en la ASCO observan que un metanálisis encontró que aún el consumo de una bebida por día, o menos, está asociado con un mayor riesgo para el cáncer de esófago de células escamosas, el cáncer orofaríngeo y el cáncer de mama.Definir la cantidad necesaria para aumentar el riesgo de desarrollar cáncer puede ser «un reto», comentan los autores de la declaración, ya que la cantidad de etanol en una bebida varía según el tipo de alcohol (por ejemplo, cerveza, vino o licores), así como de su tamaño.

Los datos contradictorios acerca del alcohol, especialmente del vino tinto y su efecto sobre el corazón, son una «barrera adicional» para abordar el riesgo relacionado al cáncer. Pero esta investigación reciente ha puesto en duda los estudios que afirman los efectos de salud positivos, revelando múltiples factores de confusión, incluyendo la clasificación de los bebedores frecuentes y ocasionales, así como los no bebedores.[4]

La American Society of Clinical Oncology también informa que se une al «número creciente» de organizaciones de salud pública y atención del cáncer, que apoyan las estrategias diseñadas para prevenir y reducir el consumo de alcohol. Su declaración ofrece recomendaciones basadas en evidencia para reducir el consumo excesivo de alcohol:

  • Proporcionar pruebas de cribado para el alcohol, e intervenciones breves en la práctica clínica diaria.
  • Regular la densidad de establecimientos con permiso para la venta de bebidas alcohólicas.
  • Aumentar los impuestos y precios del alcohol.
  • Limitar los días y horarios de venta.
  • Mejorar la aplicación de las leyes que prohíben la venta a menores de edad.
  • Restringir la exposición de los jóvenes a la publicidad de bebidas alcohólicas.
  • Resistir la privatización de la venta de alcohol en las comunidades donde el gobierno tiene el control.
  • Incluir estrategias para el control del alcohol en los planes integrales de control del cáncer.
  • Apoyar los esfuerzos para eliminar el uso del color rosa para comercializar bebidas alcohólicas (es decir, exhortar a las compañías de bebidas alcohólicas a no usar listones en tonos rosa o el color rosa en envases, a fin de mostrar su compromiso de encontrar la cura para el cáncer de mama, ante la evidencia de que el consumo de alcohol está relacionado con mayor riesgo de la enfermedad).

Dos de los cinco autores han declarado tener conflictos de interés económico con una compañía farmacéutica.