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El enfriamiento del cuero cabelludo antes, durante y después de la quimioterapia, con un dispositivo patentado de enfriamiento del cuero cabelludo, evita la alopecia en al menos 50% de las mujeres que se tratan por cáncer de mama en etapa temprana, aunque el éxito puede depender del tipo de quimioterapia que reciben las mujeres, así como de la destreza de los médicos para utilizar el dispositivo de enfriamiento.[1,2]

Dos estudios separados, de dos diferentes dispositivos de enfriamiento del cuero cabelludo para la prevención de la alopecia provocada por la quimioterapia, fueron publicados el 14 de febrero en la versión electrónica de JAMA Oncology.

Ambos estudios reportan resultados positivos que muestran que los dispositivos evitan, en cierto grado, la alopecia.

Como lo explican los investigadores, disminuir la temperatura del cuero cabelludo oprime los vasos sanguíneos, reduciendo tanto el flujo sanguíneo como la cantidad de quimioterapia liberada en los folículos pilosos, lo cual a su vez reduce la cantidad de cabello perdido.

«A simple vista, estos hallazgos parecen representar un avance importante para mejorar la calidad de vida de individuos con cáncer», comenta la Dra. Dawn L. Hershman, MS, del Herbert Irving Comprehensive Cancer Center, en el Centro Médico de la Universidad Columbia, en Nueva York, Estados Unidos, en un editorial complementario.[3]

La Dra. Hershman añade que los resultados en la calidad de vida deben interpretarse con reserva, y también indica que existen dudas acerca de quién cubrirá los gastos de estos dispositivos de enfriamiento del cuero cabelludo, ya que se consideran como un tratamiento para la alopecia transitoria, lo cual «puede percibirse como cosmético».

No obstante, «uno de los factores más importantes para que una mujer se niegue a recibir quimioterapia consiste en la preocupación por la pérdida de cabello”, manifiesta la editorialista.

De hecho, se estima que 8% de las mujeres que podrían beneficiarse de la quimioterapia ha expresado que se negaría al tratamiento debido al temor de presentar alopecia.

«Identificar intervenciones como el enfriamiento del cuero cabelludo para prevenir la alopecia provocada por la quimioterapia, que reducen o eliminan los efectos tóxicos asociados al tratamiento, ayudará a reducir la ansiedad relacionada con la quimioterapia y, por tanto, mejorará los resultados para las pacientes con cáncer de mama», concluye la Dra. Hershman.

El autor de un segundo editorial,[4] y editor de la red de JAMA Oncology, Dr. Howard (Jack) West, Instituto de Cáncer Sueco, Seattle, Washington, manifestó su acuerdo, comentando a Medscape Noticias Médicas que los clínicos no han dado relevancia a la conservación del cabello durante la quimioterapia en la medida en que tal vez deberían hacerlo, con base en lo que es importante para las pacientes.

La alopecia no es una consecuencia superficial de la quimioterapia para muchas pacientes.

Asimismo, el Dr. West añadió: «Considero que muchas personas, sobre todo las mujeres, en el momento de decidirse a recibir quimioterapia pueden tomar en cuenta la posibilidad de presentar alopecia, lo cual implicaría que las pacientes no se traten bien debido a sus inquietudes respecto a este efecto secundario».

«Debido a que las pacientes son el elemento clave al tomar la decisión para su tratamiento, creo que es de gran ayuda el demostrar que estamos escuchando sus inquietudes y haciendo lo posible para minimizar problemas que son de gran interés para ellas», añadió el médico.
En uno de los estudios[1] se utilizó el Sistema de Prevención de la Alopecia Orbis Paxman (Paxman Coolers, Ltd.), que está a la espera de aprobación en Estados Unidos.

Dispositivo de enfriamiento del cuero cabelludo Paxman. Cortesía de Paxman.
El dispositivo Paxman consiste en un sistema de dos cascos, uno de silicona interna en el cual se hace circular líquido refrigerado, y un casco de neopreno externo, que aísla al cuero cabelludo. El casco se adapta firmemente a la cabeza y se mantiene colocado con una banda alrededor del mentón.

Este dispositivo fue evaluado en el estudio SCALP (Prevención de la Alopecia mediante el Enfriamiento del Cuero Cabelludo) por el grupo de la Dra. Julie Nangia, del Baylor College of Medicine, en Houston, Estados Unidos. Los resultados iniciales fueron reportados por Medscape Noticias Médicas durante elSimposio de Cáncer de Mama de San Antonio (SABCS) 2016.

El estudio SCALP incluyó 142 pacientes evaluables que fueron asignadas de manera aleatoria al dispositivo o a tratamiento habitual durante cuatro ciclos de quimioterapia. Sesenta y cuatro por ciento de las mujeres recibió un esquema a base de taxanos y 36% recibió tratamiento a base de antraciclinas.

El enfriamiento del cuero cabelludo con el dispositivo fue realizado durante 30 minutos antes y durante la infusión de quimioterapia, mientras que se aplicó el enfriamiento por 90 minutos después de la misma, explican los investigadores. Después de cada sesión, a estas pacientes se les aplicó un cuestionario de escala de comodidad.

«Con base en la escala de comodidad, la mayoría de las pacientes se sintió cómoda, aceptablemente cómoda, o muy cómoda con el uso del dispositivo», observan los investigadores.

Se consideró que el tratamiento tuvo éxito cuando los médicos con enmascaramiento respecto a la distribución aleatoria juzgaban que las pacientes no habían experimentado alopecia, o sólo presentaron alopecia de grado 1 (<50% de mujeres con alopecia no requirió el uso de una peluca), según se definió mediante la escala de alopecia de los Criterios de Terminología Común para Eventos Adversos versión 4.0 (CTCAEv4.0).

Cuando se realizó el análisis provisional planificado, 95 mujeres se habían tratado con el dispositivo de enfriamiento del cuero cabelludo, y 47 no habían recibido ningún tratamiento específico para la alopecia.

Los resultados demostraron que después del cuarto ciclo de quimioterapia, 50,5% del grupo con el dispositivo de enfriamiento conservó el cabello, alcanzando un grado de 0 o 1 en la escala CTCAEv4.0, lo que significa que no se requirió el uso de peluca o pañoleta, frente a 0% de los controles.
Por otra parte, 63% de las mujeres asignadas de manera aleatoria al grupo con enfriamiento del cuero cabelludo recurrió al empleo de una peluca o un turbante (100% de las mujeres en el grupo de control también utilizaron una peluca o un turbante), y no se observó ninguna diferencia en el funcionamiento emocional o social al final de la quimioterapia entre los dos grupos.

Resultados variables

El éxito en cuanto al mantenimiento del cabello varió de acuerdo al tipo de quimioterapia que recibieron las participantes, así como por la experiencia del profesional clínico en el uso del dispositivo.

Por ejemplo, las tasas de conservación del cabello fueron mucho más bajas (16%) en las mujeres que recibieron un esquema a base de antraciclinas, que en las que recibieron un esquema a base de taxanos (59%).

Además, dependiendo del centro donde las mujeres recibieron tratamiento, el éxito mostró variaciones desde un mínimo de casi cero hasta más de 68%, añaden los investigadores.

Como explican los autores, la variabilidad observada en las tasas de conservación del cabello, según el centro de estudio, puede tener poca relación con la forma en que se utilizó el casco.

«La adaptación del casco es importante para obtener éxito para evitar la alopecia con el dispositivo de enfriamiento. Existe una curva de aprendizaje para el uso del dispositivo, es decir, con la utilización repetida los médicos adquieren más habilidad para garantizar una adaptación firme, lo que implica un menor grado de alopecia «, explican la Dra Nangia y sus colaboradores.

En consecuencia, las tasas de alopecia en las mujeres que participaron más tarde en el estudio, cuando los investigadores tenían más conocimiento de la técnica óptima con la cual maximizar la conservación del cabello, pueden haber sido menores.

Estudio con DigniCap

En el segundo estudio publicado[2] se utilizó un dispositivo de enfriamiento del cuero cabelludo diferente, el DigniCap, fabricado por Dignitana AB. Este dispositivo fue aprobado para uso en Estados Unidos en 2015, y los resultados iniciales fueron reportados por Medscape Noticias Médicas.

Dispositivo de enfriamiento del cuero cabelludo DigniCap. Cortesía de Dignitana AB.
En este estudio, la Dra. Hope Rugo, de la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos, y sus colaboradores, asignaron a 106 mujeres con cáncer de mama en etapa temprana para utilizar el dispositivo DigniCap, mientras 16 mujeres hicieron las veces de controles.
En este estudio la mayoría de las participantes recibieron alguna forma de quimioterapia basada en taxanos, y ninguna mujer del grupo con enfriamiento del cuero cabelludo recibió un esquema a base de antraciclina. La duración media de la quimioterapia en este estudio fue de 2,3 meses.

«El enfriamiento del cuero cabelludo se inició 30 minutos antes de cada ciclo de quimioterapia, además la temperatura del cuero cabelludo se mantuvo en 3 ° C (37 ° F) durante toda la sesión y por 90 a 120 minutos a partir de entonces», explican los autores.

Sólo 3,8% de las mujeres del grupo que recibió enfriamiento del cuero cabelludo comunicó haber tenido cefalea leve por el procedimiento, en tanto que tres pacientes suspendieron el tratamiento debido a que’ sentían frío’, señalan los investigadores.

En este estudio, el porcentaje de alopecia se evaluó utilizando la escala de Dean, en la cual una puntuación de 0 significa que no hay alopecia y una puntuación de 4 significa alopecia mayor de 75%.

Las pacientes realizaron una autoevaluación de su alopecia mediante la comparación de fotografías tomadas al inicio del tratamiento, y las obtenidas durante el ciclo de quimioterapia actual. La alopecia se evaluó cuatro semanas después de concluir todos los ciclos de quimioterapia planificados.

De 101 pacientes evaluables asignadas al grupo con enfriamiento del cuero cabelludo, 66,3% experimentó alopecia de 50% o menos con respecto al inicio, lo que significa que tuvieron una puntuación de Dean de 0 a 2 al final del estudio.
Esto se comparó con 0% de las mujeres en el grupo de control (p < 0,001), observan la Dra. Rugo y sus colaboradores.

De hecho, en un análisis provisional, 15 de las 16 mujeres del grupo de control tuvieron una puntuación de Dean de 4 y se terminó el reclutamiento para el grupo de control.

«Entre todas las pacientes no existieron diferencias intergrupales estadísticamente significativas un mes después de la quimioterapia para tres de cinco criterios de calidad de vida», observan los autores.
Por ejemplo, aproximadamente una cuarta parte de las pacientes del grupo con enfriamiento del cuero cabelludo reconoció que se sentía «físicamente menos atractiva» después de someterse a quimioterapia, en comparación con más de la mitad de los controles (p = 0,02).

A una mediana de seguimiento de 29,5 meses desde la última sesión de quimioterapia de las pacientes, no ha habido signos de metástasis al cuero cabelludo entre el grupo con enfriamiento del cuero cabelludo.

Fuente: Medscape