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En el acceso a servicios como seguros de vida, de salud o hipotecas, los antecedentes médicos solían ser un obstáculo para las personas que habían padecido cáncer. Sin embargo, el panorama está cambiando gracias al reconocimiento por parte del Gobierno de España del derecho al olvido oncológico mediante un Real Decreto.

¿En qué consiste este derecho? Una vez transcurridos al menos cinco años sin recibir tratamiento, los proveedores de seguros o hipotecas no podrán tener en cuenta si una persona ha tenido cáncer en el pasado. Esto supone un gran avance para los pacientes, especialmente aquellos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad.

La medida ha sido elogiada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) https://contraelcancer.es/es , que destaca que España se coloca a la vanguardia de Europa siguiendo el ejemplo de otros países como Francia, Bélgica, Países Bajos, Portugal, Italia y Rumanía. Actualmente, en España residen aproximadamente 2,2 millones de supervivientes de cáncer que se verán beneficiados por esta nueva medida una vez que entre en vigor.

Sin embargo, la AECC también señala que el colectivo de supervivientes de cáncer enfrenta otros desafíos, como la soledad no deseada, los problemas laborales y las necesidades sanitarias específicas. La reinserción laboral se ha vuelto cada vez más complicada, ya que hasta un 21% de los supervivientes ha tenido que dejar de trabajar debido a la enfermedad, y un 14% ha tenido que cambiar de empleo como resultado.

En MBL Formación, estamos comprometidos con la actualización constante y la difusión de información relevante en el ámbito de la salud y con mejorar la calidad de vida del paciente oncológico.

Por ello, nuestro Máster de Formación Permanente en Calidad de Vida y Medicina Estética en Paciente Oncológico https://www.formacionmbl.com/estudios/master-en-calidad-de-vida-y-cuidados-medico-esteticos-del-paciente-oncologico-60-creditos-ects.html aporta, a los Licenciados o Graduados en Medicina, la adquisición de conocimientos, habilidades y aptitudes para la práctica especializada en la atención al paciente oncológico, reflejando la necesidad de mayores destrezas en la profesión relacionadas con la prevención, el bienestar, la estética y la calidad de vida.